En su afán de ser el más fuerte y en su lucha por la sobrevivencia, Ouroboros obtiene la legendaria Armadura Cíclica, proveniente desde el olvido le es entregada por Jinkai. Es la armadura más resistente e indestructible, Ouroboros baña la armadura con su sangre para así transformarla en uno de los Tesoros del Cielo.
El símbolo de Ouroboros se encuentra grabado
en cada guarda brazo, su forma es la de la serpiente que muerde su propia cola,
representación del Ciclo de Eterno Retorno.
Debido a las graves heridas
físicas producidas por la pérdida de su sangre, Ouroboros decide transmigrar de
cuerpo, convirtiéndose en un espíritu, poseyendo a infinidad de personas, las
cuales por corto tiempo se convertían en seres malditos, los que eran llamados Bestias. Al ser tan sólo
un espíritu, aquellos poseídos por Ouroboros tenían completo control sobre sus
acciones, pues este sólo los mal influenciaba. Despues de esto la armadura
queda abandonada y perdida, por lo que es Nakoro quien la encuentra adueñándose
de ella. Luego de enfrentar a la Muerte, Nakoro pierde los brazales, Jinkai quien
se encontraba cerca encuentra los brazales, los cuales aún están teñidos con la
sangre de Ouroboros, en cambio el resto de la armadura es cubierta por la
oscuridad y se torna color plata. Las partes de la armadura se vuelven a reunir
en el día del Juicio en donde Ouroboros la
vuelve a teñir con su sangre y se la entrega a Jinkai para que este se la
regrese en el Origen del tiempo. Jinkai utiliza la armadura durante toda su
existencia como ser maldito y tiempo antes de morir le hace entrega de la
armadura a Ouroboros, repitiéndose así la historia, como el Ciclo del Eterno Retorno
mandaba.
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