viernes, 25 de octubre de 2013

El cuerpo Inmortal de un Ser Maldito

Los seres malditos no mueren…
Los seres malditos no están muertos, viven eternamente en un estado de dolor y sufrimiento. Alguna vez murieron dando in a su vida terrenal, ahora como seres malditos sus cuerpos no envejecen, se mantienen en estado óptimo, llenos de salud y juventud, esto a cambio de la pérdida de uno de sus sentidos. Sin mencionar la maldición con la que deben cargar.
Al ser gravemente herido, el cuerpo de un ser maldito sana constantemente hasta volver a su estado óptimo, estos cuerpos no se rinden ante la muerte y no se descomponen.
El siguiente es un listado de heridas y aflicciones que logran resistir:
QUEMADURAS:
El daño causado por quemaduras, sin importar su intensidad o grado, siempre es reversible. Toda herida, ya sea de ácido, fuego, lava o veneno, será restaurada con el pasar el tiempo, sólo dependiendo del daño provocado.
Con el suficiente tiempo, incluso un ser maldito quemado hasta los huesos o convertido en cenizas logrará restaurar su cuerpo. Es un caso de regeneración paulatina.
EXCEPCIÓN A LA REGLA:
Nakoro mantiene marcas imborrables de quemaduras en sus brazos y detrás de su cabeza. Sin importar el tiempo que transcurra, son las únicas heridas que jamás podrá sanar, pues son el recordatorio del gran amor que alguna vez tuvo.

DECAPITACIÓN Y DESMEMBRAMIENTO:
Al perder una extremidad, al no ser una herida fatal, los seres malditos simplemente pierden aquella parte del cuerpo al ser separadas de su ser. Sin embargo en vez de cicatrizar y cerrar su herida, esta queda expuesta y en estado de espera, hasta llegado el momento en que recupere la extremidad perdida.
En caso de decapitación, es el ser maldito, quien al perder el control de su cuerpo, queda en estado de espera. Para que su cuerpo retome un estado activo, sería necesaria la intervención de un tercero que reúna las partes separadas. La cantidad de tiempo en que el cuerpo de un ser maldito esté en estado de espera puede ser eterna, sin embargo de forma latente estas partes se llaman entre sí.
EXCEPCIÓN A LA REGLA:
Getsis posee un cuerpo único adaptado para ramificarse por todo el mundo, puede transferir su ser a cualquiera de sus ramificaciones dejando atrás de él cascarones huecos de su cuerpo. Por lo que se entiende que sin importar la cantidad de veces que se le separe de su cuerpo, él podrá regresar en un nuevo cuerpo surgiendo de sus ramificaciones.
SELLO, ENCIERRO O AHOGO:
En caso de encontrase sellado o en ambientes no propicios para vivir como las profundidades del mar, el espacio exterior o dentro de un volcán. Sólo es cuestión de tiempo para librarse de estas prisiones, pues los seres malditos al verse atados o atrapados, comienzan a drenar y consumir aquello que los apresa. Es lo mismo que sucede al momento de formar un lazo con otro ser, resulta en la muerte de aquel con quien se vincula después de trece años de haberse formado este vinculo. En resumen, lo que aprisione a un ser maldito se verá consumido rápidamente, ya sea una montaña que termina desmoronándose completamente o un océano que se seque, finalmente estos ambientes opresivos rechazarán  y liberarán al ser maldito, evitando así el ser consumidos por completo.
EJEMPLOS DE AMBIENTES OPRESIVO:
Estar congelado dentro de un glaciar.
Encontrarse enterrado bajo tierra.
Estar fuera de la gravitación terrestre.
Estar sellado bajo la edificación de un templo.
Encontrarse atrapado dentro de un volcán.
EXPLOSIÓN O PULVERIZACIÓN:
Debido a la regeneración paulatina, no importa el mal estado en que se encuentre el cuerpo de un ser maldito, incluso aunque sea hecho polvo, con el debido tiempo se reconstruirá, ya que cada parte de su cuerpo posee memoria genética y de forma lenta, pero constante se reúnen todas las células para restaurar su ser.

INVOCACIÓN DEL SER MALDITO:
Los seres malditos son representantes de los distintos mundos. Su misión es recolectar a los seres vivientes correspondientes a cada mundo, por lo que son los pecados mortales los que invocan a cada uno de ellos.
El cuerpo del ser maldito es llamado y este se debe dirigir rápidamente a donde se la ha invocado, su presencia es necesaria y es por esto que siempre se mantienen en estado óptimo.

Todos los seres malditos, o más bien Señores de los Cielos, poseen estas características, por lo que se les considera inmortales. Pero la verdad es que si pueden morir y de ocurrir esto quedarían atrapados en el Limbo encadenados a la Muerte hasta el día del Juicio Final. Este es el caso de Jinkai, aquel ser maldito que viaja en el tiempo, quien muere en el día del Origen. Debido a su habilidad de viaje en el tiempo, se encuentra presente en todos los periodos de la historia, viaja finalmente al pasado, al día del Origen, para morir en el inicio de los tiempos, demostrando de esta forma que los seres malditos también pueden morir.
DETALLE DE LA MUERTE DE JINKAI:
Jinkai muere tras un gran desgaste físico, mental y espiritual, él sacrifica su vida para asegurar el futuro del planeta y el bienestar de su ser amado.

FORMAS DE MORIR DE LOS SERES MALDITOS:
Los cuerpos de los seres malditos no se dejan abatir por el tiempo o por la Muerte, pero sus mentes  y sus espíritus son frágiles.
Al decir que la mejor forma de batallar contra un ser maldito es con la palabra, se alude a que es imposible dañar físicamente al ser maldito y es más factible razonar con ellos, manipular sus sentimientos o quebrantar sus espíritus.
Existe un arma capaz de traer destrucción total a un ser maldito, la Lanza del Destino, el arma que dio muerte a “El Salvador”, si se atraviesa el corazón con la Lanza del Destino, es el fin de la existencia del ser maldito.
También es posible matar a un ser maldito al extraer la Luz Flameante, esta acción significa la muerte instantánea para todo ser vivo, sólo Nakoro, quien puEde manipular la Luz, tiene esta mortal técnica.

Ouroboros es derrotado por Nakoro y se transforma en un espíritu transmigrador de cuerpos. Estos cuerpos son mortales y al momento de fallecer los abandona y busca un nuevo cuerpo. 

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