Vino
al mundo Terrenal un cuerpo con una pareja de almas gemelas. Este
acontecimiento marca el inicio de una nueva era siguiendo el Ciclo del Eterno
Retorno.
Desde
la última Renovación de Espíritus, proceso en el que todas las almas se reúnen
en el más allá para comenzar un nuevo ciclo universal de vida. La vida ha
prosperado y avanzado, los humanos se han convertido en la especie dominante y
ya es necesaria la ascensión del elegido para dar orden a la vida después de la
muerte, terminando con el caos entre los distintos mundos. Pues en un
comienzo los humanos después de muertos sólo podían entrar a uno de los seis
mundos sin paz, quedando atrapados en ellos por la eternidad.
Este
ser completo, que posee una pareja de almas gemelas, es capaz de enlazarse con
todos los demás seres vivos. Por lo que es elegido para traer orden a los
mundos, es por esto que le acompañan dos niños, Deidad, una niña dulce y tímida;
y Fulgor, un niño astuto y enérgico. Cada uno representa una cara distinta de
la misma moneda.
Pasado
los años desde la proclamación de la humanidad como la raza dominante del
mundo, estos pierden el control y son influenciados por “El Maligno”, por lo
que los demonios invaden al mundo. Todos sufren por sus pecados, siendo
torturados y asesinados, los tiempos nunca han sido peor y ha llegado la hora
en que el elegido tome una decisión, Salvar a los humanos o Castigar la maldad.
Es
entonces que cada niño le ofrece una máscara, Deidad le pide que tome la
máscara de los Shinigami, dios de la muerte. Fulgor le pide que tome la máscara
de los Demonios.
El
elegido decide salvar a la humanidad, por lo que pide que todos los castigos
impuestos a los pecadores se le impongan a él. Los demonios lo crucifican y le
dan muerte usando la Lanza del Destino. Luego de esto los demonios se retiran.
Gracias al sacrificio echo por el elegido se le abrieron las puertas del
Paraíso a los humanos. Desde ese entonces tan solo con el arrepentimiento se le
es concedida la entrada al Paraíso a los que fueron pecadores.
Así fue que se le reconoció como "El Salvador". Después de su
muerte viajó por los distintos mundos celestiales escogiendo un alma de cada
mundo para que se convirtiera en un Señor de los Cielos, liberándolas del
dominio de “El Maligno”, volviendo así a la vida bajo el pacto de los seis
mundos sin paz, por lo que cargan con su maldición y el bloqueo de uno de sus
sentidos.
"El Salvador" otorga a cada Señor de los Cielos la capacidad
de crear un Tesoro del Cielo, que ayudaría a cumplir su destino a cada uno.
A este día se le conoce como el Origen,
ya que es desde este momento en que aparecen los seres malditos.
Todos creen que "El Salvador" después de lograr su
cometido ascendió al Mundo de la Paz Celestial y que sólo volverá en el día del
Juicio Final. Día en el que termina el ciclo, se da fin
a la vida terrenal y se preparan las almas para la próxima Renovación de
Espíritus.
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